miércoles, 14 de marzo de 2018

ESTUDIO BÍBLICO JUAN 21



ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

Joh 21:1  Después de esto,  Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos junto al mar de Tiberias;  y se manifestó de esta manera:
Aquí se nos muestra una tercera incursión de Jesús manifestado posterior a su resurrección apareciendo a sus discípulos junto al mar.
Joh 21:2  Estaban juntos Simón Pedro,  Tomás llamado el Dídimo,  Natanael el de Caná de Galilea,  los hijos de Zebedeo,  y otros dos de sus discípulos.
Joh 21:3  Simón Pedro les dijo:  Voy a pescar.  Ellos le dijeron:  Vamos nosotros también contigo.  Fueron,  y entraron en una barca;  y aquella noche no pescaron nada.
Estaban siete de sus discípulos reunidos y a Pedro le parece bien volver a pescar, su antigua profesión, pero aunque se le unen todos los que estaban con él, no logran pescar nada.
Joh 21:4  Cuando ya iba amaneciendo,  se presentó Jesús en la playa;  mas los discípulos no sabían que era Jesús.
Jesús aparece en la playa aunque ellos no supieron que era Jesús. Ellos estaban cerca de la playa pescando desde la madrugada o la noche.
Joh 21:5  Y les dijo:  Hijitos,  ¿tenéis algo de comer?  Le respondieron:  No.
Jesús nos muestra que aun en su nueva naturaleza resucitada puede comer, y les pide algo de comer, a lo que ellos responden que no, pues la pesca no había dado resultado.
Joh 21:6  El les dijo:  Echad la red a la derecha de la barca,  y hallaréis.  Entonces la echaron,  y ya no la podían sacar,  por la gran cantidad de peces.
Ellos aun si reconocer que era Jesús, escucharon la voz de aquel que les hablaba y echaron la red a la derecha de la barca hallando gran cantidad de peces, tal era la cantidad que les era muy difícil sacarla.
Joh 21:7  Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro:  ¡Es el Señor!  Simón Pedro,  cuando oyó que era el Señor,  se ciñó la ropa  (porque se había despojado de ella),  y se echó al mar.
Juan nuevamente aparece distinguiéndose como aquel a quien Jesús amaba, hablándole a Pedro pues fue el primero en reconocer que era Jesús resucitado, y con su encomiable animo e impulsiva reacción se lanza al mar en busca de su encuentro con Jesús.
Joh 21:8  Y los otros discípulos vinieron con la barca,  arrastrando la red de peces,  pues no distaban de tierra sino como doscientos codos.
Mientras los otros discípulos traen la barca y arrastran la red con los peces, se distingue entonces que se encontraban cerca a la playa de donde Jesús les había hablado.
Joh 21:9  Al descender a tierra,  vieron brasas puestas,  y un pez encima de ellas,  y pan.
Mientras ellos acababan de descender a tierra, Jesús se encontraba atizando el fuego con un pez cocinándose.
Joh 21:10  Jesús les dijo:  Traed de los peces que acabáis de pescar.
Joh 21:11  Subió Simón Pedro,  y sacó la red a tierra,  llena de grandes peces,  ciento cincuenta y tres;  y aun siendo tantos,  la red no se rompió.
Entre todos ayudan para traer la gran cantidad de peces recogidos en la red que sobrenaturalmente ante tal cantidad no se rompe.
Joh 21:12  Les dijo Jesús:  Venid,  comed.  Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle:  ¿Tú,  quién eres?  sabiendo que era el Señor.
Es interesante que Juan nos comente lo que se cuestiona en este versículo en particular. Parece que aunque sabían que era el Señor, temían preguntarle quien era. Como si hubiese alguna sombra de duda sobre quien era, o como hacía para aparecer ante ellos en forma corporal.
Joh 21:13  Vino,  pues,  Jesús,  y tomó el pan y les dio,  y asimismo del pescado.
Jesús parte el pan y el pescado y les comparte. Algo que debió parecerles similar a lo que habían experimentado antes en la multiplicación de los panes y los peces.
Joh 21:14  Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos,  después de haber resucitado de los muertos.
Como ya lo habíamos mencionado, Jesús aparece una tercera vez luego de su resurrección, con un propósito particular, el cual se da a conocer adelante. En la primera se da a conocer y confronta la incredulidad, en la segunda les muestra señales y les enseña, y deja una última para el final.
Joh 21:15  Cuando hubieron comido,  Jesús dijo a Simón Pedro:  Simón,  hijo de Jonás,  ¿me amas más que éstos?  Le respondió:  Sí,  Señor;  tú sabes que te amo.  El le dijo:  Apacienta mis corderos.
Luego de participar de la comida, Jesús le dice a Pedro que si le ama más que sus otros discípulos, a lo que el responde que si le ama, aunque la palabra en el original es diferente, mientras Jesús pregunta si le “Ágape”, Pedro contesta que él le “fileo”, mientras el ágape es el amor espiritual, el fileo es el amor filial o familiar. Dos tipos de amor diferentes que no corresponde a lo que Jesús le pregunta. Así que le pide que apaciente, cuide y supervise a sus ovejas.
Joh 21:16  Volvió a decirle la segunda vez:  Simón,  hijo de Jonás,  ¿me amas?  Pedro le respondió:  Sí,  Señor;  tú sabes que te amo.  Le dijo:  Pastorea mis ovejas.
Nuevamente Pedro es cuestionado con la misma pregunta, como si Jesús supiera que su respuesta no es la correcta, o la que el pide, y Pedro por segunda vez responde al amor ágape de Cristo, con un amor filial, que aunque se parecen, no tienen el mismo grado de entrega y compromiso. Y de nuevo le repite que pastoree a las ovejas.
Joh 21:17  Le dijo la tercera vez:  Simón,  hijo de Jonás,  ¿me amas?  Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez:  ¿Me amas?  y le respondió:  Señor,  tú lo sabes todo;  tú sabes que te amo.  Jesús le dijo:  Apacienta mis ovejas.
El Señor sabiamente conduce a Pedro a través de un autodescubrimiento, en la medida en que su pregunta cuestiona la clase de amor que Pedro le prodiga a Cristo, se revela que algo se esconde, Pedro parece confrontado y reconoce que Cristo al igual que Dios lo saben todo, y por fin responde a Jesús con el amor ágape. A lo que por tercera y última vez le pide que apaciente, cuide, guie y pastoree a sus ovejas.
Joh 21:18  De cierto,  de cierto te digo:  Cuando eras más joven,  te ceñías,  e ibas a donde querías;  mas cuando ya seas viejo,  extenderás tus manos,  y te ceñirá otro,  y te llevará a donde no quieras.
Luego de que Cristo ha obtenido la respuesta que hizo que el corazón de Pedro reconociera que su amor filial no era suficiente, le dice que en otro tiempo hacia lo que mejor le parecía, en sus años venideros hará la voluntad de aquel que le ciñe y le conduce a donde no quería ir. Esto nos permite comprender que es Dios quien nos capacita para hacer su voluntad, pues la voluntad del hombre es incapaz y cambiante.
Joh 21:19  Esto dijo,  dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios.  Y dicho esto,  añadió:  Sígueme.
Juan nos muestra que Pedro habría de morir tal cual como sucedió, Pedro murió extendiendo sus brazos en una cruz, pero según la tradición se dice que Pedro murió crucificado de forma invertida pues el mismo se consideró indigno de morir como su maestro.
Joh 21:20  Volviéndose Pedro,  vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús,  el mismo que en la cena se había recostado al lado de él,  y le había dicho:  Señor,  ¿quién es el que te ha de entregar?
Juan se describe por tercera vez en todo el evangelio como el amado por Jesús, aquel que había estado recostado a su lado mientras cenaban antes de ser entregado, y aquel que había preguntado a Cristo por quien era quien le había de entregar.
Joh 21:21  Cuando Pedro le vio,  dijo a Jesús:  Señor,  ¿y qué de éste?
Joh 21:22  Jesús le dijo:  Si quiero que él quede hasta que yo venga,  ¿qué a ti?  Sígueme tú.
Luego de que Pedro conoce su destino a seguir por el evangelio, cuestiona a Jesús sobre el destino de aquel que escribe este evangelio, a lo que Jesús responde que el hará con el cómo mejor le plazca.
Joh 21:23  Este dicho se extendió entonces entre los hermanos,  que aquel discípulo no moriría.  Pero Jesús no le dijo que no moriría,  sino:  Si quiero que él quede hasta que yo venga,  ¿qué a ti?
Muchos creyeron que lo que le decía era que no iba a morir, pero el mismo cuestiona que lo que significaban las palabras de Jesús, no era algo como eso.
Joh 21:24  Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas,  y escribió estas cosas;  y sabemos que su testimonio es verdadero.
Joh 21:25  Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús,  las cuales si se escribieran una por una,  pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir.  Amén.
Por último, termina describiéndose a si mismo como el escritor de este evangelio tan profundo y maravilloso, una clara descripción de la divinidad de Cristo en cada oportunidad que se presenta para confrontar las mentiras y engaños que empezaban a hacer daño a la iglesia desde un comienzo. Como testigo ocular su testimonio es muy importante, pues a diferencia de Lucas, el describe aquello que considera importante para refutar a quienes no conciben a Cristo como Dios en unidad. Además, nos recuerda que fueron tantas las cosas que Jesús hizo, que tuvieron que resumir aquello que considero importante para presentar defensa a la verdad.

8 comentarios:

  1. Me encantó este estudio bíblico me ayudó a comprender aún más este maravilloso libró Dios te bendiga más

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  2. Muchas gracias, ha sido muy edificante para mi, poder conocer mas y mas profundamente toda lo que nuestro Señor ha hecho por nosotros, que no lo merecemos, pero su amor es grande.

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  3. Buenas noches mi querido hno , cuando explicará exodo

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    1. Estimada hna, por ahora no esta cerca, nos encontramos trabajando en Lucas, Marcos y Apocalipsis, muchas bendiciones

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  4. Ok hno gracias, por su respuesta, BENDICIONES 🙏

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Gracias por compartir con nosotros. Bendiciones