viernes, 1 de septiembre de 2017

MATRIMONIOS - EL CONTENTAMIENTO


EL CONTENTAMIENTO

Pro 5:18 Sea bendito tu manantial,
 Y alégrate con la mujer de tu juventud,

INTRODUCCIÓN

Muchas son las veces en las que nos sentimos tentados al descontento con nuestra pareja, sea porque discutimos, porque no nos ponemos de acuerdo, porque hay dificultades económicas o porque algo se entromete en nuestra vida.
Aunque no lo reconozcamos todos nos hacemos expectativas frente a nuestra pareja, sean lógicas o ilógicas, todos tendemos a querer que nuestra pareja sea como quisiéramos que fuera, más comprensiva, más tranquila, menos irascible, más atenta, en fin. Pero cuando no encontramos esto en nuestro cónyuge podemos llegar a sentirnos muy frustrados, al punto de querer sacárselo en cara con frecuencia, sobre todo en las discusiones.
Esto hace que se lastime la relación y se abran puertas al desánimo, y al descontento.

DESARROLLO

No existe una fórmula para hacer que nuestro cónyuge sea como nosotros quisiéramos que fuera, todos seguramente sin lugar a dudas si tuviéramos la oportunidad le cambiaríamos algo a nuestro cónyuge, pero lo que no sabemos es que nuestro cónyuge ha sido planeado de tal forma que confronte todo nuestro ser, de modo que nuestro contentamiento no dependa de él o ella, sino que este exclusivamente puesto en Dios.
Nadie está para cumplir las expectativas del otro, aunque lo que si podemos es mejorar en pos de agradar a nuestro cónyuge, pero eso no cambia la pereza, ni el mal gusto, ni las decisiones desacertadas de tu pareja.
La única forma en que podemos estar bien con nuestro cónyuge es alegrándonos y dando gracias a Dios por la pareja que nos dio, sea la mejor o no tan buena, es nuestro cónyuge y debemos aprender a amarlo, eso si sin permitir que este nos conduzca al pecado.
Nuestro contentamiento debe estar asegurado en Dios, pues es el único que no cambia, que es perfecto y que todo lo ha dispuesto para nuestro bien, aun aquello que te incomoda de tu cónyuge, o es que tú ya eres perfecto que no tienes nada que tu pareja tenga que aguantar. Seguramente eres un ser imperfecto en proceso de perfeccionamiento por parte de Dios, y el matrimonio hace parte de ese perfeccionamiento.
De allí que necesitamos comprender esta verdad y salir del engaño, para no hacernos falsas expectativas que nos generen frustración.

CONCLUSION

Para vivir en un hogar en donde reine el contentamiento necesitamos cónyuges que confíen en Dios, que oren por sus parejas, que se sacrifiquen por ellas, y que demuestren el amor con acciones, que entiendan que el matrimonio es un morir a uno mismo diario, de lo contrario el conflicto y los problemas no tendrán fin porque somos personas que necesitamos comprensión, amor y paciencia. Y estos frutos solo son posibles por medio de la vida espiritual.
un hogar que no conoce a Dios, ni sabe el propósito del matrimonio está destinado a la ruina, de allí que la escritura nos recuerde el deleitarnos, gozarnos y disfrutar de nuestro cónyuge.
Esta aseveración bíblica no es solo para el esposo, sino también para la esposa, ambos necesitan aprender a vivir contentos con lo que tienen en casa, o sino la tentación de buscar consuelo, ayuda y placer en otro lugar terminara por destruir su hogar.
Cuídense cuando empiecen a sentir el peso del descontento, busquen a Dios en donde hay paz, y permitan que sea el quien guie sus decisiones y palabras para con su cónyuge.

Oremos, Señor perdónanos por poner cargas difíciles de llevar a nuestro cónyuge, permítenos vivir contentos con su amor, así no sea el que nosotros anhelamos, ayúdanos a perfeccionarle, permítenos se ayuda y apoyo en medio de tantas dificultades y vivir bajo tu contentamiento con el cariño de nuestra pareja, amen.


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