miércoles, 19 de febrero de 2014

ESTUDIO BIBLICO 2 CORINTIOS 7


ESTUDIO BIBLICO
Por: Camilo A. Sastoque M.
Ministerio Unidad de la Fe

2Co 7:1  Así que,  amados,  puesto que tenemos tales promesas,  limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu,  perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

Hechos hijos de Dios por el sacrificio de Cristo, permitamos que toda circunstancia obre en nosotros para limpieza de nuestra carnalidad, y para que el espíritu se haga manifiesto, apartándonos de todo lo impuro, lo profano, lo que contamina nuestro ser, para perfeccionarnos a semejanza de Cristo, en el respeto, la honra y el conocimiento de la verdad en Dios.

2Co 7:2  Admitidnos: a nadie hemos agraviado,  a nadie hemos corrompido,  a nadie hemos engañado.

Hagan espacio para nosotros en su corazón, porque a nadie hemos procurado corromper, hacer mal, hemos hecho injusticia, hemos codiciado o ganado ventaja, porque este tipo de obras no caben en la vida de un hombre espiritual, que viva en comunión con Dios, provienen de nuestra naturaleza carnal, que aunque está con nosotros, no procede ante la negación de si mismo.

2Co 7:3  No lo digo para condenaros;  pues ya he dicho antes que estáis en nuestro corazón,  para morir y para vivir juntamente.

Pablo no dice esto para condenar sus acciones, sino que les trata como a discípulos amados que están en su corazón, y por los cuales daría su vida.

2Co 7:4  Mucha franqueza tengo con vosotros;  mucho me glorío con respecto de vosotros;  lleno estoy de consolación;  sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones.

En una relación discípulo maestro solo puede surgir confianza, franqueza y verdad, para poder apoyar el desarrollo espiritual del discípulo, es de grato orgullo reconocer el buen proceder de todos aquellos a quienes se enseña la verdad, lo cual llena de consuelo y gratitud el corazón del apóstol, y le llena de gozo aun en medio de todo sufrimiento, porque reconoce que el poder de Dios ha obrado en sus corazones.

2Co 7:5  Porque de cierto,  cuando vinimos a Macedonia,  ningún reposo tuvo nuestro cuerpo,  sino que en todo fuimos atribulados;  de fuera,  conflictos;  de dentro,  temores.

En todo lugar en donde la obra de Dios empieza a expandirse las tribulaciones aparecen, os siervos de Dios sufren conflictos, batallas y contiendas por fuera e interiormente el temor surge y ataca nuestra alma tratando de inutilizarnos en el propósito divino, mas Dios nuestro consolador se fortalece en nuestras debilidades, para que podamos reconocer que no es por lo que hacemos, es por Su gracia que logramos todo.

2Co 7:6  Pero Dios,  que consuela a los humildes,  nos consoló con la venida de Tito;

Dios consuela nuestros corazones de distintas maneras, con Pablo lo hizo permitiendo que Tito le acompañara en todas sus vicisitudes, en otras ocasiones Su misma palabra trae consuelo y descanso a nuestras almas afligidas, en otras oír la palabra lo hace, en otras la ayuda de los hermanos puede hacerlo, porque nuestra alma frágil y afligida por la soledad, os conflictos y los temores, necesita del apoyo, consuelo y ayuda divina, que a veces se muestra en la persona de un amigo, discípulo o familiar.

2Co 7:7  y no sólo con su venida,  sino también con la consolación con que él había sido consolado en cuanto a vosotros,  haciéndonos saber vuestro gran afecto,  vuestro llanto,  vuestra solicitud por mí,  de manera que me regocijé aún más.

El reconocer la obra de Dios para con los hermanos es algo que consuela el corazón de los que sirven a Dios, porque ven el fruto de la obra en manos de Dios para crecimiento y desarrollo espiritual de los que allí están, por eso la llegada de Tito con tan buenas noticias, consuela el corazón del apóstol, saberse amado por los hermanos no solo en palabras, en oraciones, sino también en hechos es algo que reconforta nuestras almas, cuando las cosas parecen no ir bien.

2Co 7:8  Porque aunque os contristé con la carta,  no me pesa,  aunque entonces lo lamenté;  porque veo que aquella carta,  aunque por algún tiempo,  os contristó.

Puede que al principio algo que digamos, confrontemos, o exhortemos a la iglesia o a algún miembro, pueda parecer duro, como Pablo llego a pensar con la misiva que había enviado anteriormente, porque supo que su carta les había contristado, mas luego de comprender el propósito de la misma y el resultado que produjo por la gracia de Dios, ya no peso más sobre su conciencia lo hecho, pues sabía que Dios lo había usado para bien.

2Co 7:9  Ahora me gozo,  no porque hayáis sido contristados,  sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento;  porque habéis sido contristados según Dios,  para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte.

Y aquí nos expresa el motivo de su inmensa alegría, que no es por la tristeza que recibir la carta les produjo, sino por lo que Dios obro a través de esa misma tristeza, la cual trajo al arrepentimiento a los que estaban en pecado y contiendas, aunque parezca que el hombre dirige sus pasos, Dios es quien encamina sus decisiones permitiendo en ocasiones que la tristeza obre en el corazón para quebrantar todo orgullo, vanidad, o vanagloria.

2Co 7:10  Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación,  de que no hay que arrepentirse;  pero la tristeza del mundo produce muerte.

Este pasaje es claro en mostrarnos que existen dos tipos de tristeza, una tristeza que solo es percibida por el alma, en donde la emoción carcome el corazón del hombre y le conduce a muerte, porque la tristeza, la depresión profunda puede llevar a hacerle pensar al hombre que la vida no tiene sentido y que acabar con ella puede ser la mejor salida; la otra tristeza es una tristeza que aunque se expresa con el alma, penetra al espíritu del hombre y quebranta el corazón que se ha endurecido por el pecado, para permitirle llegar al arrepentimiento que produce salvación, que libera al hombre del yugo del pecado, para permitirle ser libre en Cristo.

2Co 7:11  Porque he aquí,  esto mismo de que hayáis sido contristados según Dios,  ¡qué solicitud produjo en vosotros,  qué defensa,  qué indignación,  qué temor,  qué ardiente afecto,  qué celo,  y qué vindicación!  En todo os habéis mostrado limpios en el asunto.

En este pasaje podemos encontrar os frutos de un verdadero arrepentimiento, frutos que no se pueden imitar o falsear, surgen de manera natural cuando el corazón del hombre ha sido tocado por Dios, cuando la consciencia despierta del sueño profundo y se levanta para conducir al hombre a la verdad por el poder del Espíritu Santo. Lo primero que produce es solicitud, diligencia, fervor, esmero, esfuerzo, por dejar el pecado y seguir la verdad, por aprender lo que Dios dice en Su palabra, por poner por obra la verdad, por estar en santidad para con Dios; lo siguiente que produce es una defensa de la verdad, el reconocimiento de esa misma verdad ahora produce en nosotros la capacidad de defender aquello que creemos y que antes no nos importaba, con respeto por aquel a quien amamos; también produce indignación, que dolor indignación y disgusto produce en nosotros la verdad ante la mentira que creímos durante años, reconocernos pecadores, nuestra banca rota espiritual, indignos de Su amor y presencia, que dolor produce el pecado en nuestras vidas, toda equivocación, todo engaño de ahí en adelante; asimismo temor, que reverencia, que respeto surge en nosotros para con Dios, por lo sagrado, no es algo que nos digan que tenemos que hacer, es algo que surge del espíritu, ahora lo sagrado es importante, nuestra actitud es reverente, cambia inmediatamente, sin coerción, lo hacemos con libertad; produce un ardiente afecto, un ardiente deseo por las cosas de Dios, por la palabra, por la santidad, por obrar conforme a Su voluntad; de igual manera provoca un celo, por la santidad, por lo divino, por lo puro, por Dios y Su palabra; ademas provoca vindicación, restitución, retribución, por devolver bien por mal, por devolverle a Dios toda la honra, la gloria y el poder que nunca le dimos y que ahora nos sentimos agradecidos de recibirle como nuestro Señor y Salvador. Estos son los frutos de un verdadero arrepentimiento.

2Co 7:12  Así que,  aunque os escribí,  no fue por causa del que cometió el agravio,  ni por causa del que lo padeció,  sino para que se os hiciese manifiesta nuestra solicitud que tenemos por vosotros delante de Dios.

Todo tiene un propósito en el Señor, la carta escrita por el apóstol no fue escrita a causa de lo que había sucedido, fue escrita porque nació en el corazón de Dios para trasmitir al corazón del hombre trasformación, porque no surgió de la voluntad humana, sino por la manifiesta solicitud y diligencia del apóstol por poner las vidas de todos aquellos que se congregaban en Corinto, en las manos de Dios.

2Co 7:13  Por esto hemos sido consolados en vuestra consolación;  pero mucho más nos gozamos por el gozo de Tito,  que haya sido confortado su espíritu por todos vosotros.

Lo que generó en la congregación, el arrepentimiento con el cual fueron trasformados en el Espíritu Santo, que trajo consolación a las vidas tocadas por Dios, también trajo consuelo, animo, y ayuda al corazón de Pablo, y aún más al saber que Tito recibió confortación, y descanso al estar con ellos. La comunión entre los hermanos es maravillosa, porque Dios la usa para confortar, para traer descanso y reposo al alma de cada siervo.

2Co 7:14  Pues si de algo me he gloriado con él respecto de vosotros,  no he sido avergonzado,  sino que así como en todo os hemos hablado con verdad,  también nuestro gloriarnos con Tito resultó verdad.

Pablo se gloriaba, se jactaba o hacia alarde de la iglesia de Corinto, porque siempre habían obrado conforme a la fe, y su arrepentimiento fruto del amor de Dios, había quitado toda sombra de vergüenza, para que obrando en la verdad, su jactancia no resultara vana.

2Co 7:15  Y su cariño para con vosotros es aún más abundante,  cuando se acuerda de la obediencia de todos vosotros,  de cómo lo recibisteis con temor y temblor.

Tito fue tocado con el cariño que la iglesia de Corinto le profeso, más su gozo proviene de la obediencia, el temor y temblor con el que le recibieron y se comportaron con él.  Tal cual la iglesia debería recibir a todo siervo de Dios, con respeto, cariño, honra, y en obediencia de corazón, siempre y cuando el siervo muestre frutos de arrepentimiento verdaderos y siga las recomendaciones para el servicio.

2Co 7:16  Me gozo de que en todo tengo confianza en vosotros.

La relación discípulo maestro es algo maravilloso, porque es una relación de completa confianza, reverencia, disciplina y amor, tal cual lo menciona Pablo al terminar este capítulo.

5 comentarios:

  1. Muy linda página! Muy bien explicado todo! Muchas gracias ♡

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  2. exelente muy entendible me ayudo mucho a comprender estos versiculos

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  3. Me encanta esta página es de mjcha bendición para mi vida

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  4. ME gustó mucho y me enseñó a comprender mas la palabra de Díos

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  5. Me gusto este estudio aprendí mucho

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Gracias por compartir con nosotros. Bendiciones