ESTUDIO BIBLICO 2 CORINTIOS 2

ESTUDIO BIBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

2Co 2:1  En efecto,  decidí no hacerles otra visita que les causara tristeza.

En ningún momento su intención era la de hacerles sentir tristeza, mas era muy probable que así se sintieran no porque Pablo así lo halla dispuesto, sino porque Dios así lo ha permitido, porque todo tiene un propósito, aunque no lo entendamos, siempre hay algo bueno en aquello que nos causa dolor o tristeza, porque todo ello (lo que nos hace sufrir) atenta contra nuestro ego y permite su destrucción.

2Co 2:2  Porque si yo los entristezco,  ¿quién me brindará alegría sino aquel a quien yo haya entristecido?

Pablo reconoce que aquel quien genera alegría, casi siempre es aquel a quien se ha entristecido porque su alegría cuando las cosas mejoran, también se convierte en nuestra alegría, entender que las emociones hacen parte de una vida nutrida, que la tristeza hace parte de la vida y que sin ella, nuestras alegrías no serían iguales, entonces nos permite entender que la alegría y la tristeza aunque parecen contrarias, en realidad no lo son, son más bien complementarias, porque una nos permite experimentar la otra con mayor intensidad y mayor libertad sabiendo que todo tiene un propósito y además que no son ellas las que han de controlar nuestras vidas sino que hemos de experimentarlas con sabiduría para no permitir que nuestra vida sea controlada por la emotividad.

2Co 2:3  Les escribí como lo hice para que,  al llegar yo,  los que debían alegrarme no me causaran tristeza.  Estaba confiado de que todos ustedes harían suya mi alegría.

Cuando vivimos en un mismo espíritu y pensar, confiamos en que nuestras alegrías, triunfos y tristezas, se comparten, por eso los siervos de Dios sufre cuando aquellos que deberían alegrarnos por su fe y testimonio, nos dan la espalda o no perseveran en la fe que hemos compartido, es doloroso, porque aprendemos a amarnos como hermanos, y cuando el amor fraternal fluye, fluye con el, el amor de Dios entre todos, de modo que Pablo no estaba exento y aun comprendía el hecho de que muchos pueden darnos la espalda aunque les hayamos amado, mas nuestra labor nunca depende de ello.

2Co 2:4  Les escribí con gran tristeza y angustia de corazón,  y con muchas lágrimas,  no para entristecerlos sino para darles a conocer la profundidad del amor que les tengo.

Para que puedas comprender el amor que se percibe cuando se ama a todos como hermanos, sabrás que la intención de Pablo en ningún momento era entristecerlos, sino más bien exhortarlos a la verdad y con ello demostrar el inmenso amor que les tiene, cuando amamos verdaderamente, podemos parecer duros e inflexibles, pues queremos lo mejor para aquellos que amamos, queremos evitarles inconvenientes, tristezas y dolores, por eso nuestro corazón y nuestras emociones se entremezclan con lo pensamos y se dejan ver en nuestro comportamiento, por eso Pablo escribía consumido en la emoción, no porque ella le consumiera sino porque ella fluye de un corazón reformado en el Señor que se consume en amor por el prójimo.

2Co 2:5  Si alguno ha causado tristeza,  no me la ha causado sólo a mí;  hasta cierto punto --y lo digo para no exagerar-- se la ha causado a todos ustedes.

Es cierto a veces ser causa de tristeza para uno en la iglesia, o para el líder de ella, es causa de tristeza para todos, porque ella se trasmite de la cabeza a todo el cuerpo, y no porque como mencionamos ella controle la forma en que actúa Pablo, sino porque nos volvemos sensibles al pensamiento y al sentimiento de todos aquellos con los que tenemos comunión espiritual. 

2Co 2:6  Para él es suficiente el castigo que le impuso la mayoría.

Sabiendo de quien se trataba, el causante de la tristeza de Pablo, es de comprender que el castigo que se le otorgo por su desobediencia a la escritura, ha sido suficiente para que caiga en cuenta de su error, y se arrepienta verdaderamente.

2Co 2:7  Más bien debieran perdonarlo y consolarlo para que no sea consumido por la excesiva tristeza.

Ahora que la tristeza le ha embargado por su equivocación, les reconviene para que le perdonen y consuelen como hermano en la fe, para que la tristeza no le consuma, como ella suele hacer a quien se mantiene en ella.

2Co 2:8  Por eso les ruego que reafirmen su amor hacia él.

El amor no solo ha de mostrarse cuando los hermanos se mantienen en la fe, sino con mayor hincapié cuando caen y arrepentidos vuelven para apartarse de sus pecados, allí es donde podemos ver si el amor es falso o es verdadero, porque si procede del ego, entonces le será difícil surgir, más cuando proviene de Dios, surgirá naturalmente para con aquellos que antes desobedecían, pero ahora se mantienen en la fe.

2Co 2:9  Con este propósito les escribí: para ver si pasan la prueba de la completa obediencia.

El amor también se de nuestra con obediencia, no solo con bellas palabras, la completa obediencia consiste en poner a Dios por sobre todo, y a quien él ha dispuesto como autoridad para seguir su consejo, la obediencia no surge por una posición, ni por unas cualidades de liderazgo, surge por amor, quien ama, obedece y allí es probada por completa su obediencia, al igual que en el matrimonio, la obediencia no es para con la pareja, es para con el consejo de Dios, que nos insta a sujetarnos y a entregar la vida por el otro.

2Co 2:10  A quien ustedes perdonen,  yo también lo perdono.  De hecho,  si había algo que perdonar,  lo he perdonado por consideración a ustedes en presencia de Cristo,

No hay una completa muestra de amor, sin perdón, para el que ha sido probado en el amor, sabrá comprender que a quien se ama, no se ama por sus cualidades, por sus virtudes, ni por sus cosas buenas, sino por quien es, tal cual Dios le ha hecho, con sus defectos, y cosas desagradables, es allí donde el amor debe fluir con más fuerza, perdón y comprensión.

2Co 2:11  para que Satanás no se aproveche de nosotros,  pues no ignoramos sus artimañas.

Es interesante saber que Pablo nos insta a no ignorar las artimañas del enemigo, no porque ellas nos controlen, sino porque ellas sutilmente pueden llegar a influir en nuestra forma de pensar, ya que nuestra mente es el campo de batalla en donde libramos toda suerte de conflictos para confiar y seguir la verdad, donde sujetamos en obediencia todo pensamiento y lo llevamos cautivo a la obediencia en Dios. Caer en la falta de perdón es algo que sutilmente contamina nuestro ser, y le impide mantenerse libre del influjo del enemigo, de modo que perdonar debe ser algo frecuente y constante en la vida del creyente, si este espera mantenerse alejado de las artimañas del enemigo.

2Co 2:12  Ahora bien,  cuando llegué a Troas para predicar el evangelio de Cristo,  descubrí que el Señor me había abierto las puertas.

Pablo reconoce que cada evento que sucede en su vida, proviene de la mano de Dios, es el quien lo ha permitido, el que se le abrieran las puertas no tiene nada que ver con su título, sino más bien con su entrega y obediencia completa a la guía del Espíritu Santo en su vida, además por la obediencia de llevar a cabo el encargo que había recibido de manos del Señor, reconocer que es Dios quien abre las puertas del ministerio, del lugar que vamos predicar y del lugar donde vivimos es primordial para alejar todo ímpetu del ego, para evitar toda vanagloria, pues es en la medida en que confiamos mas en el Señor y nos rendimos a Él, que todo fluye tal cual El, lo ha predestinado. 

2Co 2:13  Aun así,  me sentí intranquilo por no haber encontrado allí a mi hermano Tito,  por lo cual me despedí de ellos y me fui a Macedonia.

Podemos ver que aunque Pablo fluía en el Espíritu, aun podía sentirse intranquilo, lo que quiere decir que sus sentimientos aún se mantenían, mas no ejercían ningún control sobre él, mas siguiendo la guía de Dios, viaja para continuar predicando el mensaje del Señor.

2Co 2:14  Sin embargo,  gracias a Dios que en Cristo siempre nos lleva triunfantes* y,  por medio de nosotros,  esparce por todas partes la fragancia de su conocimiento.

Que interesante vernos como lo hacía Pablo, como instrumentos en Cristo, triunfantes, con los que se esparce la fragancia de lo divino, de lo eterno, de lo real, sin Él, no hay fragancia, porque la fragancia que se esparce proviene de Su conocimiento el cual recibimos por revelación, para comprender las cosas o circunstancias como El, las ve.

2Co 2:15  Porque para Dios nosotros somos el aroma de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden.

Nosotros como creyentes poseemos el aroma de la divinidad hecha hombre, lo cual diferencia a los que se salvan de los que se pierden, ese aroma solo puede ser percibido por Dios, mas no por los hombres, para ellos podemos ser simples mortales, pero es en El, que encontramos la esencia de la naturaleza divina para salvación de los que creen, pues ellos son impregnados en El.

2Co 2:16  Para éstos somos olor de muerte que los lleva a la muerte;  para aquéllos,  olor de vida que los lleva a la vida.  ¿Y quién es competente para semejante tarea?

Para los que se pierden tan solo somos olor de muerte, porque lo que predicamos los conduce a ella, para destrucción de si mismos y la restauración de su relación con Dios, y para los que creen nos convertimos en olor de vida que conduce a vida espiritual. Nadie es competente por si mismo para esta tarea, para conducir a muerte a los que no creen, y para conducir a vida a los que creen, no somos competentes por nuestras habilidades o talentos, tan solo lo somos cuando comprendemos quienes somos en El, cuando entendemos que olor despedimos para Dios, cuando hemos dejado de lado todo ego, entonces nos encontramos con Su olor, y no con el nuestro para libertad de nuestro ser y solo allí podemos ser competentes para la tarea encomendada.

2Co 2:17  A diferencia de muchos,  nosotros no somos de los que trafican con la palabra de Dios.  Más bien,  hablamos con sinceridad delante de él en Cristo,  como enviados de Dios que somos.

Desde los comienzos de la iglesia, se ha traficado con el mensaje que esta representa, muchos tergiversan el mensaje según su acomodo, algunos se sienten más cómodos predicando o enseñando lo que ponen en práctica en sus vidas, pero es todo el mensaje?, estamos predicando todo el consejo de Dios, o solo aquello que no nos incomoda, porque si no predicas el mensaje completo, entonces tan solo traficas con la palabra de Dios, porque buscas en ella un beneficio, un traficante es alguien que busca una ganancia, puede que estés buscando al predicarla, purgar tus pecados, puedes tratar de esconder tus defectos, puedes tratar con ella para ganar dinero o indulgencias con la gente, pero eso solo demostrara de quien eres, por ello predicar con sinceridad es lo principal, no podemos engañarnos, no podemos parcializarnos, más bien hablamos como quien lo hace ante su maestro, reconociendo con humildad que aún le falta mucho por aprender y que aun lo que enseña lo está tratando de poner en práctica para dar gloria a Su nombre, pues reconocemos la gracia que nos ha sido dada para comunicar el mensaje con el cual hemos sido enviados para trasmitirlo a la humanidad.