miércoles, 6 de febrero de 2013

ESTUDIO BIBLICO ROMANOS 9



ESTUDIO BIBLICO
ROMANOS 9
Por: Camilo Sastoque



Rom 9:1  Digo la verdad en Cristo;  no miento.  Mi conciencia me lo confirma en el Espíritu Santo.
Decimos la verdad pues ahora en Cristo la mentira no deber hallar cabida en nosotros y nuestra conciencia, ahora vivificada, iluminada y bajo el directo influjo del Espíritu Santo, nos lo confirma y nos da la seguridad de que actuamos correctamente.
Rom 9:2  Me invade una gran tristeza y me embarga un continuo dolor.
Pablo sentía una gran tristeza y dolor debido a la amarga hostilidad de su nación hacia el glorioso Evangelio, y la terrible consecuencia de su incredulidad, está pesando continuamente sobre su espíritu.
Rom 9:3  Desearía yo mismo ser maldecido y separado de Cristo por el bien de mis hermanos,  los de mi propia raza,
Aquí Pablo expresa las emociones que le embargaban en su anhelo por la salvación de su pueblo que aunque sinceras por conocer la verdad, sabia también que se trataba del propósito de Dios. Y aunque nos parezca algo descabellado, también nos da a entender el amor que sentía por su pueblo.
Rom 9:4  el pueblo de Israel.  De ellos son la adopción como hijos,  la gloria divina,  los pactos,  la ley,  y el privilegio de adorar a Dios y contar con sus promesas.
El pueblo de Israel había sido apartado como primicia por Dios desde la antigüedad para recibir las promesas que Dios mismo había destinado para la humanidad, como la adopción, protección, amparo, guía y enseñanza como hijos; el ser portadores de la manifestación de la gloria de Dios en sí mismos, como la señal visible de la presencia divina en medio de ellos; los pactos que son la escritura que les fue confiada a ellos, tanto el antiguo pacto en la ley como el nuevo en Cristo como disposición para seguirle; también el privilegio de la adoración a Dios como medio para la unidad con El; y el contar con las promesas entregadas por sus propios profetas en las cuales todos no creyeron y las cuales fueron confirmadas en Cristo.
Rom 9:5  De ellos son los patriarcas,  y de ellos,  según la naturaleza humana,  nació Cristo,  quien es Dios sobre todas las cosas.  ¡Alabado sea por siempre!* Amén.
De los israelitas provienen los patriarcas como un reconocimiento del especial llamado que Dios hizo a este pueblo, se hace referencia, a Abrahán, Isaac y Jacob, cuyos nombres Dios condescendió a usar unidos al suyo para identificarse. Además se menciona que según la naturaleza carnal Jesús descendía del pueblo de Israel, de nuevo establece la deidad de Cristo, puesta en duda por otros autores y además sobrepone su autoridad sobre todas las cosas.
Rom 9:6  Ahora bien,  no digamos que la Palabra de Dios ha fracasado.  Lo que sucede es que no todos los que descienden de Israel son Israel.
Se hace referencia a que la palabra de Dios no ha fracasado debido a la promesa hecha en el pacto, por el hecho de que todos los israelitas no han de alcanzar la salvación y expone el argumento de que no todos descienden de Israel en su esencia espiritual, o sea que no todo aquel que pertenece por descendencia de la carne, pertenece a la descendencia espiritual que viene por la fe. La elección de Abrahán y su simiente no ha fracasado, porque aun cuando Israel ha sido rechazado, los gentiles han ocupado el lugar de él; y Dios tiene el derecho en su soberanía de elegir a la nación que él quiera para que goce de los privilegios de su reino visible.
Rom 9:7  Tampoco por ser descendientes de Abraham son todos hijos suyos.  Al contrario:  "Tu descendencia se establecerá por medio de Isaac."*
No corre la elección por la línea de la descendencia física; de otro modo, Ismael, el hijo de Agar, y aun los hijos de Cetura, serían incluidos, lo que no es el caso. La verdadera elección son aquellos de la simiente de Abrahán que Dios escoge.
Rom 9:8  En otras palabras,  los hijos de Dios no son los descendientes naturales;  más bien,  se considera descendencia de Abraham a los hijos de la promesa.
O sea, a los que Dios ha predestinado para ser alcanzados y llamados a hacer parte de la promesa de salvación, a aquellos que por fe se hacen participes de la promesa de salvación.
Rom 9:9  Y la promesa es ésta:  "El próximo año volveré,  y Sara tendrá un hijo."*
Gen_21:12, es la promesa dada a Abraham y a Sara por descendencia.
Rom 9:10  No sólo eso.  También sucedió que los hijos de Rebeca tuvieron un mismo padre,  que fue nuestro antepasado Isaac.
Se podría pensar que había razón natural por qué preferir al hijo de Sara, por ser ella la verdadera y la primera esposa de Abrahán, excluyendo así el hijo de la esclava, y los hijos de Cetura, su segunda esposa. Pero no podía haber tal razón en el caso de Rebeca, esposa única de Isaac, porque se eligió a Jacob en lugar de Esaú, siendo los dos hijos de la misma madre, y se eligió el menor en preferencia al mayor quien era el primogénito, y antes del nacimiento de los dos, y en consecuencia antes que hubiesen hecho bien o mal ni el uno ni el otro, para que hubiese tal base de preferencia: y todo fue para demostrar que la sola base de la distinción estaba en la elección de Dios: “No de obras, sino del que llama.”
Rom 9:11  Sin embargo,  antes de que los mellizos nacieran,  o hicieran algo bueno o malo,  y para confirmar el propósito de la elección divina,
Rom 9:12  no en base a las obras sino al llamado de Dios,  se le dijo a ella:  "El mayor servirá al menor."*
Estos pasajes confirman el hecho de que Dios ha predestinado según su presciencia a aquellos que han de recibir y hacer parte de la promesa y nos dan un argumento sólido para pensar que no son la obras que hacen que uno alcance el favor de Dios, sino el hecho de que Dios nos ha llamado y conocido antes de que hubiésemos nacido; cuanta gratitud para con Dios ha de existir, y cuan arduo debe ser nuestro compromiso para continuar llamando por el evangelio a los que Dios ha dispuesto para ser salvos.
Rom 9:13  Y así está escrito:  "Amé a Jacob,  pero aborrecí a Esaú."*
Gen 25:23, aborrecí es la palabra griega miséo que significa odiado, detestado, descuidado, desatendido o amado menos, que nos haría pensar en que Dios tiene misericordia de quien él quiere. Algunos creen que aunque Esaú fue amado menos, eso no lo hace menos participe de la voluntad divina.
Rom 9:14  ¿Qué concluiremos?  ¿Acaso es Dios injusto?  ¡De ninguna manera!
El hecho de esta elección podría parecer injusto ante los ojos de los hombres.
Rom 9:15  Es un hecho que a Moisés le dice:  "Tendré misericordia de quien yo tenga misericordia;  y me compadeceré de quien yo me compadezca."*
No hay injusticia en esta predestinación o elección de aquellos que han de recibir la promesa, pues Dios es soberano y además tiene el derecho de hacerlo. Esto ha suscitado mucha contienda en la iglesia pues existen dos posturas, una en base a la predestinación incondicional y otra postura basada en una predestinación condicionada, la primera se sustenta en la soberanía de Dios y la otra en la condición de la fe en Jesucristo.
Rom 9:16  Por lo tanto,  la elección no depende del deseo ni del esfuerzo humano sino de la misericordia de Dios.
Esta elección hecha por Dios como lo expresamos anteriormente, no tiene nada que ver con el esfuerzo humano, sino que proviene de una cualidad de Dios que es su misericordia que según describe la escritura es para siempre (salmo136:8), por eso podemos apelar a ella para traer a salvación y a la promesa a todos los que han de recibirla.
Rom 9:17  Porque la Escritura le dice al faraón: "Te levanté precisamente para mostrar en ti mi poder,  y para que mi nombre sea proclamado por toda la tierra."*
El faraón es muestra de que Dios está en control de todo, que ha quienes ha levantado en el poder aunque lo usen mal, no lo tienen por su propia intención o fuerza aunque así parezca, su poder es solo la manifestación de Dios en su potestad para darse a conocer a toda la humanidad. Pues al conquistar Egipto al pueblo de Israel, las obras portentosas que fueron hechas en Egipto por Moisés y la travesía del pueblo de Israel, serian proclamadas a toda la humanidad. Dios no hizo malo a Faraón; solamente se retuvo de hacerlo bueno por su misericordia haciendo uso de su gracia especial.
Rom 9:18  Así que Dios tiene misericordia de quien él quiere tenerla,  y endurece a quien él quiere endurecer.
Este es el principio sobre el que se aplica todo castigo, para que sea conocido el verdadero carácter de Dios como Legislador y Señor. Quien es endurecido en su corazón es abandonado judicialmente a la influencia endurecedora del pecado mismo (Psa_81:11-12; Rom_1:24, Rom_1:26, Rom_1:28; Heb_3:8, Heb_3:13), y de los incentivos que le rodeaban para obrar el pecado (Mat_24:12; 1Co_15:38; 2Th_2:17).
Rom 9:19  Pero tú me dirás:  "Entonces,  ¿por qué todavía nos echa la culpa Dios?  ¿Quién puede oponerse a su voluntad?"
De nuevo se presenta una objeción a la soberanía divina, ¿Cuál es pues la contestación del apóstol? Es doble. Primero: Es una irreverencia y presunción de parte de la criatura acusar al Creador. ¿Acaso le dirá la olla de barro al que la modeló:  '¿Por qué me hiciste así?, de seguro no.
Rom 9:21  ¿No tiene derecho el alfarero de hacer del mismo barro unas vasijas para usos especiales y otras para fines ordinarios?
La objeción se funda en la ignorancia o mala comprensión de la relación existente entre Dios y sus criaturas, quienes suponen que él está bajo obligaciones de extender su gracia a todos, a saber, que Él no está bajo obligaciones para con ninguno. Mas por cuanto todos son pecadores y han perdido todo derecho a la misericordia de Dios, compete perfectamente pues a Dios perdonar a unos sí y a otros no, hacer un vaso para honra y otro para deshonra. Dios no está obligado a dar su gracia a nadie, sino que es tan soberano como quien forma el barro. No hay nada injusto en tal soberanía.
Rom 9:22  ¿Y qué si Dios,  queriendo mostrar su ira y dar a conocer su poder,  soportó con mucha paciencia a los que eran objeto de su castigo y estaban destinados a la destrucción?
Dios ha soportado con mucha mansedumbre y paciencia a aquellos que fueron objeto de su justo desagrado, pues les ha permitido a muchos una vida llena de ostentaciones, lujos y para algunos de tiempo (haciendo referencia a los años de vida).
Rom 9:23  ¿Qué si lo hizo para dar a conocer sus gloriosas riquezas a los que eran objeto de su misericordia,  y a quienes de antemano preparó para esa gloria?
Y así lo ha hecho para dar a conocer su abundante misericordia riqueza sin igual entre los hombres, para mostrar y dar a conocerlas a todo ser, pues Dios nos ha llamado, nos ha justificado y nos ha glorificado junto con Cristo.
Rom 9:24  Ésos somos nosotros,  a quienes Dios llamó no sólo de entre los judíos sino también de entre los gentiles.
Esos somos nosotros, que hermosa declaración, para hacernos entender y llevarnos a un conocimiento más profundo de nuestra relación con Dios. Ahora, por primera vez, el apóstol nos dice que junto con este electo remanente de Israel, es el propósito de Dios sacar de entre los gentiles un pueblo para honrar y glorificar su nombre.
Rom 9:25  Así lo dice Dios en el libro de Oseas:  "Llamaré 'mi pueblo' a los que no son mi pueblo;  y llamaré 'mi amada' a la que no es mi amada",*
Oseas_2:23; Vemos el cumplimiento de otra palabra profetizada dada por Dios a los profetas, que de seguro no fue entendida en su tiempo, pero ahora se ve cumplida con la venida de Cristo.
Rom 9:26  "Y sucederá que en el mismo lugar donde se les dijo:  'Ustedes no son mi pueblo',  serán llamados 'hijos del Dios viviente'."*
Oseas 1:10, de nuevo el profeta confirma la veracidad de la escritura y su cumplimiento en tiempo oportuno. Y estipula un término para los llamados a los cuales se les dispondrá la expresión de Hijos de Dios.
Rom 9:27  Isaías,  por su parte,  proclama respecto de Israel:  "Aunque los israelitas sean tan numerosos como la arena del mar,  sólo el remanente será salvo;
Y no solo Oseas hablo de esto, sino que Isaías otro profeta importante de Israel lo confirma.
Rom 9:28  porque plenamente y sin demora el Señor cumplirá su sentencia en la tierra."*
Isaías 10:22,23. Confirmando que aunque los Israelitas sean numerosos y ocupen toda la tierra solo un remanente será llamado y alcanzado por la promesa de la salvación, porque Dios como juez justo y poderoso hará cumplir plenamente y sin demora su justa sentencia.
Rom 9:29  Así había dicho Isaías:  "Si no fuera porque el Señor Todopoderoso nos dejó descendientes,  habríamos llegado a ser como Sodoma,  habríamos sido como Gomorra."*
Isaías 1:9, Si no fuese por la preciosa simiente, el pueblo escogido hubiera sido como las ciudades de la llanura, tanto en la degeneración de carácter como en el destino merecido, esta declaración nos muestra la manifestación ilustre de la justa venganza de Dios contra el pecado.
Rom 9:30  ¿Qué concluiremos?  Pues que los gentiles,  que no buscaban la justicia,  la han alcanzado.  Me refiero a la justicia que es por la fe.
De nuevo Pablo presenta otro argumento; los gentiles, siendo extraños a Cristo, eran indiferentes en cuanto a su relación con Dios, su justicia y su misericordia, habiendo ahora abrazado el evangelio como les fue predicado, experimentaron la bienaventuranza de la condición de justificados, percibiendo la justicia de Dios.
Rom 9:31  En cambio Israel,  que iba en busca de una ley que le diera justicia,  no ha alcanzado esa justicia.
Y en cambio Israel, aunque sincera y constantemente trató de alcanzar la aceptación de Dios, sin embargo, falló en alcanzarla.
Rom 9:32  ¿Por qué no?  Porque no la buscaron mediante la fe sino mediante las obras,  como si fuera posible alcanzarla así.  Por eso tropezaron con la  "piedra de tropiezo",
Porque no la alcanzaron?, porque la buscaron mediante obras y no mediante la fe en Cristo, por eso el pueblo de Israel ha tropezado con Cristo, la piedra de tropiezo para quienes buscan señal y para quienes le buscan por medio de la sabiduría de este mundo, pues ponen todo su empeño en las obras, dejando de lado la gracia.
Rom 9:33  como está escrito:  "Miren que pongo en Sión una piedra de tropiezo y una roca que hace caer;  pero el que confíe en él no será defraudado."*
Isaías 8:14, Isaías 28:16, La predicción así combinada, reúne en una las dos clases de personas de las que trata el apóstol: aquellos para los cuales el Mesías no es sino una piedra de tropiezo, y aquellos que lo tienen por la principal Piedra del Angulo de todas sus esperanzas. El pertenecer a la iglesia invisible de Dios y gozar de sus santas prerrogativas, es un don de la soberana misericordia de Dios, y debiera ser considerado con gratitud reverente por todos nosotros.

16 comentarios:

  1. De verdad fue de mucha ayuda! Gracias��

    ResponderBorrar
  2. Buenos buena está explicación, Gracias😁

    ResponderBorrar
  3. Bien!!! Claro y sencillo para entender.
    Bendiciones

    ResponderBorrar
  4. Gloria a Dios , Me fue de mucha ayuda y comprension. Dios te bendiga.

    ResponderBorrar
  5. Gloria a Dios gracias por tan buena explicación

    ResponderBorrar
  6. De gran bendición toda la explicación bendiciones

    ResponderBorrar
  7. Poderoso estudio Dios les continúe bendiciendo

    ResponderBorrar
  8. Muy buen estudio, Dios lo bendiga, con estos estudios nos aclara, enseña y edifica nuestras vidas. Esto es de mucha ayuda para acercarnos más al Señor Jesucristo.

    ResponderBorrar
  9. Excelente explicacion, fui edificado. GRACIAS

    ResponderBorrar
  10. Un pasaje tan complejo como este explicado de una forma clara y entendible es de mucha luz y edificación para el pueblo de Dios, muchas gracias y saludos

    ResponderBorrar
  11. Están muy bien las explicaciones, nada más en Romanos 9:32 hay un error en la explicación, revisen y corrijan el error, Dios les bendiga

    ResponderBorrar
  12. Me encantó este estudio hace tiempo buscaba algo así

    ResponderBorrar

Gracias por compartir con nosotros. Bendiciones